MEMENTO MORI, EN MEMORIA DEL TOPO/TIGRE SALAZAR.
Memento Mori, nos dictó Jorge Arango, con su tono calmado y aire enigmático. En silencio, tomábamos notas en nuestro cuaderno de Español y Literatura. Era un día escolar soleado de 1995 o 1996 en el municipio de Dosquebradas, Risaralda, en el Colegio Salesiano San Juan Bosco. "Piensen, niños, piensen", repetía el profesor al grupo de cuarenta y cinco estudiantes que debían estar cursando décimo u undécimo grado. No existían celulares ni redes sociales. Solo el presumir con el “parche” en los descansos y en la calle, el “picaíto”, “el metegol”. Quizás alguno que otro “pinchado” tenía computador en la casa. Los demás, de malas: máquinas de escribir. ¿Qué significa Memento Mori? Había que hacer una composición sobre este tópico. El profesor Arango nos invitaba a pensar en la fragilidad y fugacidad de la vida, en lo efímero del momento presente. "Recuerden que algún día, muchachos, esto que ven y tocan, desaparecerá. Sus seres queridos van a desaparecer. Ustedes van a desa...
