La alquimia de autor
Ayer en el tren un hombre me dijo: “si usted escribiera como Paulo Coelho, usted sería mejor que Paulo Coelho”. Le sonreí y luego le respondí: “Ni siquiera escribo, estimado amigo. Pensaba escribir una novela que dibujara todas las intrigas del Vaticano, los amores de Jesús con un grupo de prostitutas samaritanas y el Testamento del Mar Muerto, pero alguien ya se adelantó; proyectaba llevar a cabo una taxonomía de los venenos del alma, con figuras angélicas y a la vez humanas e inmundas, pero sé que por más alambicado que lo haga o por más sencillo y diáfano que me esfuerce en ponerlo, no llevaré el sello de “beautiful thought” ni seré “best sold”. El hombre, levantando una de sus cejas, dijo: “es usted demasiado pesimista”. Pasó por mi mente el responder: “el mejor escritor es el que no escribe nada”, pero me contuve, y en lugar de excusarme diciendo que tan solo era realista, asentí con nostalgia y luego bostecé. El hombre comprendió mi fatiga y me dejó reposar en silencio. Sin embargo, más que un signo del cielo, pienso que aquel encuentro fue una estrategia que planeó un amigo coleccionador de versos muertos para que le redactara una carta de amor. Me explico: Hoy acabo de hacer el mismo trayecto. El tren, los andenes anónimos y llenos de gente con abrigos, los parajes grises y meditabundos. De repente, se sentó mi amigo a mi lado y me dijo: “si escribieras como Paolo Coelho, desde hace rato no viajarías en tren, tendrías el último coche, y en lugar de soledad, dormirías con un ejército de mujeres desnudas listas a morir por ti en caso de que la muerte viniera a buscarte”. La tentación era enorme, pero la incapacidad para pecar, mayor; así que le respondí: “Huye Mefisto, ¿no ves que soy una página en blanco?”. Llego a casa, me precipito a poner la anécdota por escrito, pero no logro encajar ni una sola frase, y me veo forzado a renunciar a mi propósito. Sin embargo, creo que poco a poco voy logrando una perfección hasta antes desconocida y que estoy cerca de encontrar la fórmula del alquimista.
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